Adiós al 2023

Esta noche diremos adiós al 2023, y yo, aprovechando que mi columna se publica los domingos por la tarde y en coincidencia esta semana con la tarde de nochevieja o “tardevieja”(como llaman ahora), me he permitido hacer eso que llaman “recap” de este año, y la verdad les diré que me han salido muchos momentos diferentes que he vivido a lo largo de estos 12 meses.

Allá por abril, comencé a formar parte de esta redacción en Burladero donde espero trabajar y redactar durante muchos más años para todos ustedes queridos lectores. Como es habitual con mi columna “Por Montera” que publicamos de manera dominical, y cuyo objetivo es dar mi particular visión acerca de diversos temas que surgen en la actualidad.

Después llegaría aquella corrida del 26 de abril en la Maestranza. Si, les hablo de aquel festejo en la que el abono maestrante tuvo más de 500.000 localidades, pues con todos los aficionados que he coincidido, todos dicen haber estado allí aquella tarde. Yo les seré sincero, la vi en directo, pero por la televisión. Ojalá más días históricos como aquel, para que todos quieran presumir de haber estado allí presentes, que bien nos vienen tardes así.

El resto de la temporada ha tenido muchos momentos emocionantes, y me dejo muchos por nombrar, porque podría escribir una columna kilométrica, y no es mi intención cansarle y aburrirle, querido lector. Pero no puedo olvidarme de Julián López “El Juli” mi torero, sí, lo siento, no lo puedo evitar. Reconozco ser un acérrimo partidario de este maestro, pues como ya dije en su día fue con este torero con quien me aventuré a ser aficionado taurino. De lo contrario, no sé qué estaría haciendo hoy…

Me estaba haciendo las maletas para irme a los sanfermines de Pamplona, cuando hizo oficial por las redes su retirada, y recuerdo el tremendo bajón con el que plegaba la ropa blanca pamplonica en la maleta (a sabiendas de que iba a ser el último San Fermín en el que lo vería).

En conclusión, 2023 ha sido un año con muchas emociones en el mundo taurino, y con muchos aspectos a mejorar que he ido nombrando en mis columnas anteriores, en los que confío que se vaya trabajando de cara a un 2024 en el que nos sepamos defender como debemos, y no tengamos complejo de ser taurinos.

Solo me queda desearles un feliz 2024, y lo más importante, que este año nos traiga salud, paz, y muchos triunfos en el mundo taurino.