POR MONTERA

La Cantera del Toreo: Brillantes Promesas, Destinos Olvidados

sábado, 19 de octubre de 2024 · 10:13

El toreo tiene una amplia cantera por explotar. Conforme pasan los años y uno adquiere más experiencia en el sector taurino, se hace evidente el poco caso que se le presta a esta cantera, pese a la frase que muchos repiten con facilidad: "Tenemos una gran cantera con un relevo generacional brillante". Sin embargo, la realidad es bien distinta.

Por hacer un símil, es como tener una mina llena de carbón por explotar y, aun así, decidir no invertir en ella, dejando que se pierda todo lo que nos puede ofrecer. El toreo peca de comodidad y del miedo a arriesgar en la confección de las ferias. Que la cantera es brillante es indudable, pero una vez se hace el cambio de trastos en la alternativa, pareciera que desaparecen, como por arte de magia, tras una bomba de humo.

Alternativa tras alternativa, se repite la misma historia. ¿Cuántos de estos nuevos toreros hemos visto en las ferias? Ya lo respondo yo: ninguno. De aquellos que destacaron como novilleros, muchos tomaron la alternativa y desaparecieron del mapa. ¿Dónde están ahora toreros como Manuel Perera, Adriano, Jarocho, Manuel Diosleguarde, Francisco de Manuel, o Calerito, por mencionar algunos?

A algunos de los mencionados aún tenemos la suerte de verlos de vez en cuando, pero otros están totalmente desaparecidos. Y lo preocupante es que como novilleros eran considerados figuras emergentes.

Este problema me inquieta, porque ahora contamos con otra gran hornada de novilleros como Marco Pérez, Aarón Palacio, "El Mene", Javier Zulueta, Cristiano Torres y otros tantos que están en la primera línea del escalafón juvenil. El problema es que muchos de ellos, al final de la próxima temporada, tendrán que dar el salto al escalafón superior y, entonces, sucederá lo de siempre: serán borrados del mapa, obligados a empezar de cero para, con suerte, conseguir una nueva oportunidad. Y, si no lo logran, desaparecerán por completo.

Esta situación se ve agravada por la falta de espacio en los carteles de las ferias, ocupados por un número elevado de toreros que, entre todos, suman décadas de alternativas. Este fenómeno es insostenible. Primero, porque nos estamos cargando el relevo generacional, algo vital para la renovación de los carteles. Y segundo, porque muchos de los toreros veteranos ya merecen un descanso. Su tiempo ya pasó, y el público también agradecería su ausencia para dar paso a los nuevos valores que están por llegar.

El toreo no puede seguir dando oportunidades a toreros con más de veinte años de alternativa a costa de eclipsar a las jóvenes promesas. Esto ha llevado a que veamos romper a algunos toreros cuando ya llevan más de una década como matadores, como es el caso reciente de Borja Jiménez y David Galván. Han necesitado años de lucha tras la alternativa para, después de mucho tiempo, volver a tener una oportunidad en las ferias.