POR MONTERA
La Nobleza y Seguridad de los Encierros Pamplonicas: ¿A Qué Costo?
Con cinco encierros ya completados en las calles pamplonicas, es hora de hacer un balance de lo que ha supuesto la primera mitad de estos tradicionales eventosCon cinco encierros ya completados en las calles pamplonicas, es hora de hacer un balance de lo que ha supuesto la primera mitad de estos tradicionales eventos. Si hay una virtud que ha destacado este año, es la nobleza que ha caracterizado cada carrera. Cada año los encierros son más nobles y limpios, lo que ha restado emoción a las carreras de antaño.
¿Dónde están las famosas caídas en la curva de Estafeta? Apenas se ven. Cada año se mejora la seguridad en los encierros y, gracias al antideslizante, el entrenamiento de los toros y los bueyes que parecen auténticos Fórmula 1, los encierros se han convertido en un mero paseo de la manada por el casco viejo de Pamplona.
Todo tiene sus pros y sus contras. Lo mejor es que se ha priorizado la seguridad de los corredores y de los propios toros, que en su mayoría logran llegar íntegros a la plaza, pudiendo ser lidiados por la tarde sin necesidad de reemplazos matutinos en los corrales.
Sin embargo, la emoción que solía caracterizar a los encierros de la capital navarra se ha ido desvaneciendo con los años, dando paso a carreras más veloces y carentes de la adrenalina de antaño.
Es difícil encontrar un equilibrio entre seguridad y emoción en un espectáculo protagonizado por animales bravos. Desde la implementación del antideslizante, se han evitado muchas caídas, ya que antes el número de percances era significativamente mayor.