POR MONTERA

El toreo necesita venderse mejor

Por Sergio Hueso
domingo, 9 de febrero de 2025 · 11:04

Somos la afición más inconformista de la historia. Nunca estamos satisfechos con nada de lo que sucede en el mundo del toro. Y si algo caracteriza a la tauromaquia, es la disparidad de opiniones. Bendita sea esa diversidad de comentarios que surge cada vez que alguien se atreve a salirse de los rígidos cánones en los que muchos insisten en encorsetar el toreo.

La última polémica gira en torno al cartel de la Feria de San Isidro 2025. Críticas, en su mayoría, han llovido sobre un diseño que rompe con el sota, caballo y rey del taurinismo tradicional. Es cierto que se aleja completamente de lo que estamos acostumbrados a ver, y sí, quizás echo de menos algún pitón asomando en la ilustración. Pero también celebro que el cartel desafíe el estereotipo que siempre ha envuelto la imagen del toreo.

Los tiempos cambian y evolucionan, mientras que la tauromaquia, en demasiadas ocasiones, se resiste a avanzar al mismo ritmo que la sociedad. Donde realmente deben mantenerse la liturgia y el clasicismo es en la plaza, en el ruedo, en la esencia misma del festejo. Ahí no hay evolución que valga: el ritual debe repetirse como antaño. Pero fuera de la arena, la imagen del toreo necesita modernizarse, atraer miradas y captar la atención.

Pensemos por un momento: cuando vemos un anuncio que rompe los moldes habituales, nos quedamos con la marca que lo ha impulsado ¿verdad?. Lo mismo debería suceder con la tauromaquia. Si queremos que los carteles no pasen desapercibidos y que su impacto trascienda más allá de los aficionados, hay que apostar por estrategias de comunicación modernas.

Cualquier experto en marketing —figura prácticamente inexistente en el mundo del toro por cierto— te dirá que lo esencial para vender algo es diferenciarse y captar la atención. Eso es precisamente lo que debería hacer el toreo: innovar, arriesgar y salir del conformismo que ha convertido los anuncios de las ferias en meros elementos decorativos sin impacto real.

Los taurinos ya sabemos que hay feria y toros, y no necesitamos cartel más allá de saber las combinaciones. El reto es que lo sepa la gente de la calle, que sienta curiosidad y en definitiva que quiera acercarse a la plaza. Y eso solo se logrará con una estrategia de comunicación audaz, con fórmulas frescas que conecten con la sociedad actual.

Así que, lo dicho: ¡Viva la disparidad de opiniones! Porque, al final, lo peor que nos puede pasar no es la controversia… sino la indiferencia.