PACO DELGADO

El otro capote de San Fermín

La ciudad navarra ha ingresado 740 millones de euros en la última década gracias a las celebraciones de cada mes de julio
jueves, 18 de julio de 2019 · 06:56

Aunque, curiosamente, el patrón de Pamplona es San Saturnino y no San Fermín -que sí lo es de Navarra, honor que comparte con San Francisco Javier-, que las fiestas que en honor a este mártir del siglo III son el mayor reclamo de la ciudad de Pamplona es algo sabido, si bien de la conclusión de las investigaciones, realizadas por separado, que llevaron a cabo en 1970 varios historiadores navarros, un arqueólogo de Amiens y el historiador Roldán Jimeno Aranguren, se deduce con toda claridad que la historia de San Fermín no tiene base histórica alguna.

Lo que sí es rigurosamente cierto y mundialmente conocido es el famoso dicho del capotillo que el santo echa a los corredores que cada mañana desafían a la fortuna poniéndose delante de los toros que se lidiarán por la tarde, evitando así que sean muchos más los percances sufridos. Un capotillo que este año ha tenido la inestimable -y polémica- ayuda de una punta de cabestros, liderada por los ya famosos “Messi” y “Ronaldo”, que han amparado tan a la perfección a los toros que corrían desde los corrales del Gas hasta los de la plaza de toros sin que apenas haya habido incidentes. O, en cualquier caso, muchos menos que otros años.

Pero, al margen de que estas fiestas hayan situado a la antigua Pompaelo de los romanos en el mapa mundial, tampoco hay que echar en saco roto la ayuda que San Fermín proporciona a la ciudad en que dicen que nació en el aspecto económico. Según el informe El valor económico de los sanfermines en Pamplona, publicado por Libertad Digital, la ciudad ha ingresado 740 millones de euros en la última década gracias a las celebraciones de cada mes de julio.

La Asociación de Empresarios Taurinos, ANOET, aseguraba que sólo en 2014, el impacto económico de la celebración de esta fiesta fue de 136 millones de euros. De esta cifra, 120 millones fueron relativos al turismo, 50 millones, al transporte, mientras que los hoteles pueden llegar a ganar unos 3,9 millones de euros al día. Los restaurantes ganan en una semana 30 millones de euros y las tiendas de souvenirs y recuerdos se reparten 5 millones.

Hay que tener en cuenta que al reclamo de San Fermín, sus encierros y sus corridas, a la capital navarra acudieron el pasado año más de millón y medio de visitantes que, haciendo caso a la media de 110 euros de gasto por cada uno y día, la ciudad pudo haber recibido unos 165 millones de euros.

Con datos del Ayuntamiento pamplonica, en 2018 se registraron más de 615.000 pernoctaciones, un 84% de la ocupación hotelera total. Y el otro día se dijo en TVE que las terrazas que acogen a espectadores para ver desde allí los encierros cobran alrededor de 150 o 160 euros por persona y día. Con desayuno incluido.

Si se tiene en cuenta que el consistorio invirtió 3,6 millones de euros en el montaje y organización de estas fiestas, hay que convenir que se obtiene una cifra bastante rentable para unas celebraciones que duran poco más de una semana.

Y aunque San Fermín deja un impacto económico abultado, sigue por detrás de otras fiestas como la Feria de Abril sevillana que cada año obtiene un impacto estimado de 700 millones de euros, o Valencia, que con las fallas recibe 753 millones de euros, si bien en estos dos caso hay otro motivos festivos al margen del espectáculo taurino, lo que no es el caso de Pamplona, donde el toro es el eje y centro de todo. Como para que los nativos, sus próceres y, en general, los españoles, no gritemos todos juntos ¡Viva San Fermín!.

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