PACO DELGADO

La parte buena

jueves, 8 de octubre de 2020 · 07:33

Como quien no se consuela es por que no quiere, en este tan desastroso año, en esta tan nefasta temporada, también hay una parte positiva, algo de lo que poder alegrarse y mantener una razonable dosis de esperanza y optimismo ante lo por venir. Que no parece tampoco de color de rosa…

No obstante, es muy saludable, y reconfortante, el poder comprobar que en el apartado del haber no todo está en blanco, aun siendo el balance muy desfavorable con el debe, del que se tienen que sacar no pocas conclusiones y enseñanzas, no dejando caer en saco roto lo que ha habido en esta desgraciada campaña. Para aprender hay que perder, se dice. Y es cierto. Nada es gratis y siempre hay que pagar un peaje. No dejemos que sea en balde.

Pero, repito, dejando lo para olvidar a un lado, si se lee con detenimiento -y buena voluntad- lo sucedido en este 2020 de nuestras desgracias, hay que reparar que no todo es tan negro como lo vemos o se nos pinta. Muchas veces es nuestra propia desazón la que hace que tendamos a magnificar la desgracia y que no apreciemos vías de escape.

Y hay que destacar, por encima de cualquier otra consideración, que, a pesar de los pesares, hay una razón principal para seguir siendo optimistas: hay afición. La fiesta de los toros, aunque no sean pocos  los que lo pintan todo de negro -muchas veces desde dentro del propio negocio...- sigue teniendo un importante colchón en la gran cantidad de gente que gusta del espectáculo taurino.

Se ha evidenciado en las plazas en las que se han atrevido a dar festejos y en todas, pese al miedo que se nos ha metido en el cuerpo al contagio, la gente ha respondido. Han ido muchos espectadores a esas funciones autorizadas, casi siempre en cosos de segunda y tercera, y en no pocas ocasiones se agotó el billetaje disponible, lo que, hay que ver, no ha sentado demasiado bien a algunos de los que manejan el tinglado, puede que temerosos de ver cómo se les puede escapar en el futuro algún trozo del pastel.

También es de subrayar que las televisiones -una de pago, otras autonómicas- han demostrado un apoyo firme a la causa y que la respuesta ha sido, en un caso y en el otro, muy satisfactorio, sin que sea despreciable el dato de serlo con unas combinaciones en las que las figuras, con la excepción de Ponce, se han dejado ver con cuentagotas.

Otro dato que hay que valorar muy positivamente es que el mundo no se acaba con la actual baraja de matadores que ocupan los puestos cimeros del escalafón. Este ejercicio está sirviendo para demostrar que hay más toreros de los que hasta ahora figuraban como intocables en todas las ferias.

Cuando los principales se han hecho los estrechos, ahí han estado matadores hasta ahora relegados y que han dejado claro no que se puede contar con ellos, sino que hay que tenerles ya muy en cuenta.

Puede que se me escape alguno pero es de justicia citar, por ejemplo, a Juan Ortega, Juan Leal, Sergio Serrano, Román, Álvaro Lorenzo, Daniel Luque, Rubén Pinar... que en condiciones normales lo habrían tenido complicado para torear -y sin que lo que hicieran fuese normalmente valorado como merece- y que han hecho ahora mucho ruido.

Por no hablar de la cantera. Los muchos certámenes y concursos celebrados a lo largo de estos meses han dejado ver que el esfuerzo de las escuelas taurinas da sus frutos y que la cosecha es abundante, en cantidad y calidad. González-Écija, Saúl Sanz, Juan Marín, Víctor Barroso, Diego Vidal “El Melli”, Mario Navas, Moli de Ronda, Alejandro Peñaranda, Eric Olivera, Rubén Núñez y un largo etcétera dan motivos sobrados para la esperanza. Y el agradecimiento para los organizadores del Circuito de Castilla y León, Certamen de Escuelas Andaluzas, el Circuito de Novilladas de Andalucía y la FTL, Promesas de Nuestra Tierra, Guadalajara busca un torero y los que me dejo en el tintero por mi mala memoria... Un trabajo digno de encomio y alabanza y que deja bien a las claras que hay base y que cuando se trabaja, las cosas, antes o después, suelen funcionar. No todo ha sido tan malo.

 

11
3
33%
Satisfacción
50%
Esperanza
16%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia