VIENTO DE LEVANTE

¡Felicidades, Maestro!

jueves, 16 de diciembre de 2021 · 07:53

Hace unos días cumplió cincuenta años Enrique Ponce, el torero más destacado de los últimos tiempos y uno de los grandes nombres de la historia de la Tauromaquia. Un aniversario que se ha celebrado en mitad del único parón que se ha permitido en una carrera de cuatro décadas.

Cincuenta años atrás, cuando entonces era el 8 de diciembre fiesta grande y el Día de la Madre, en la ciudad sanitaria La Fe, en Valencia, la familia Ponce Martínez estaba de enhorabuena. A las ocho en punto de la tarde acababa de nacer su segundo hijo, al que impusieron el nombre de Enrique Alfonso, quien, años más tarde y durante muchos más, sería el indiscutible número uno de la torería.

Sobrino nieto, por parte de padre, de Rafael Ponce “Rafaelillo”, y nieto, por parte de madre, de Leandro Martínez “El Motillano”, desde bien pequeño hizo caso a las enseñanzas de su abuelo, que todos los días le adiestraba en el manejo de capote y muleta, y enseguida destacó por sus maneras e inteligencia.

Con apenas diez años ya impactaba y maravillaba a quien le veía torear en el campo o en los festivales en los que actuaba, vistiendo su primer traje de luces en agosto de 1986 en la plaza jiennense de Baeza. Menos de dos años más tarde, en La Magdalena de Castellón, debutaba con picadores y en las fallas de 1990 se convertía en matador de toros, emprendiendo una trayectoria que, más de 30 años después, se ha visto jalonada de constantes éxitos y triunfos.

Ha toreado más de 2.500 corridas, ha matado más de 5.000 toros, ha indultado medio centenar de ellos, ha triunfado en todas y cada una de las plazas en las que ha estado, se ha llevado las más imprtantes distinciones que se pueden conceder a un torero... También lleva unas cuantas medallas en forma de cornada, de las que siempre salió reforzado y crecido.

¿No son motivos más que suficientes para ser tenido como una de las más luminosas referencias del toreo? ¿No hay que considerarlo como uno de los nombres imprescindibles de la tauromaquia? ¿Se puede comparar su ejecutoria con la de el más encopetado diestro que citarse pueda?

Sin embargo, y pese a ese brillantísimo, y prácticamente inigualable, palmarés, su hoja de servicio no puede darse por cerrada ni su currículum completo.

Aunque a principios de verano sorprendió a propios y extraños con el anuncio precipitado y urgente de un descanso por el cual cortaba la temporada, quien más quien menos, tras recuperarse del soponcio, pensó que ese parón no podría significar el punto final a su carrera. Quien le conoce sabe de su afición sin límite y de su pasión por el toreo.

Dicen y cuentan que, efectivamente, ya anda entrenando y preparando lo que sería su vuelta a los ruedos para 2022... en lo que sería su campaña de definitiva despedida.

Un ejercicio corto, de no muchas corridas y en plazas estratégicamente elegidas.

Esas mismas fuentes indican que en su hoja de ruta no tendrían cabida plazas de primera ni ferias de relieve y compromiso. Valencia por ser Valencia y si se dan condiciones muy favorables y poco más. Ni Sevilla, ni Madrid ni Bilbao.

Jarro de agua fría para sus seguidores, que esperan de este torero todavía muchos más logros y, desde luego, verle en citas que sigan aumentando su prestigio y poniendo tierra de por medio con sus colegas que más se aproximan a sus cuentas.

Cada cual conoce mejor que nadie sus propias circunstancias y nadie puede a nadie decirle lo que debe hacer. Lo que sí me gustaría es que, ya que nada es para siempre, que su última temporada, si por fin lo es, tuviese el nivel y tono que siempre ha tenido todo lo hecho por este torero prodigioso.

 

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3
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