¿Así que no hay afición?

Como un mantra, o como una disculpa, o como una excusa, no son pocos los empresarios y organizadores de festejos taurinos que justifican la falta de asistencia de publico a determinadas funciones y plazas debido a la poca afición existente y a lo poco que parece interesar la fiesta de los toros.

Un argumento que se cae por sí solo, por su propio peso y que se desmonta con echar una ojeada a la hemeroteca y a las estadísticas. O mirando con los ojos abiertos a la realidad y la actualidad.

En estos últimos días de noviembre y primeros de diciembre, por ejemplo, Valencia ha sido un carrusel de actos y actividades relacionados con los toros. Vicente Ruiz “El Soro” -¡qué tirón sigue teniendo y qué capacidad de convocatoria!- organizó su ya tradicional gala de entrega de los premios que concede a los más destacados de la temporada en la Comunidad Valenciana. Un martes y a las 19 horas. Pues bien, el teatro Olympia se llenó hasta la bandera y hubo gente en la calle que se quedó sin entrar porque ya no cabía un alfiler. Dentro, SAR la Infanta doña Elena de Borbón fue el foco de atracción de público y premiados en un acto que contó con la actuación de, entre otros varios, José Mercé y Yiyo. 

Unos días más tarde, en Foyos, también El Soro, cómo no, inauguraba la cuadragésima primera edición de la Semana Cultural Taurina de su pueblo, que tuvo como invitados a Victoriano del Río y Paco Ureña. Reventón.

Ese mismo día, Avance Taurino presentaba el libro de Paco Villaverde con Enrique Ponce -que hacía en la ciudad del Turia su primera aparición en público tras su inesperado adiós año y medio antes- como padrino y arropado por Vicente Barrera, Antonio Calvo “Montolíu” y el que fuera matador y en la actualidad pintor Guillermo Císcar “Chavalo”. Salón repleto para presenciar esta presentación que fue amenizada por otra estrella: el saxofonista Javier Juan.

Y entre medias y durante ese fin de semana varios coloquios, exposiciones y charlas en pueblos y ciudades de los alrededores. Lleno siempre.

¿No hay afición? los hechos demuestran lo contrario y dejan claras varias cosas. Por un lado la clase taurina se ha instalado en la comodidad, la rutina y hasta en la desidia: en ninguno de todos estos actos, y como ven fueron muchos, hubo presencia de la empresa gestora del coso de Monleón. Una empresa por cierto (y sin ánimo de reprochar nada, válgame Dios, pero sí de intentar aportar) que debería tener ya para esas fechas cerradas y en la calle las combinaciones de fallas. Ya se ha visto que la gente acude a todo lo que huela a toros y en estos días previos a las fiestas navideñas cae como anillo al dedo ofrecer los carteles falleros para los que, creo, no hace falta dar muchas vueltas, siendo como es la primera feria del año y a la que deben ir los triunfadores de la campaña anterior. Se ganaría tiempo de promoción y difusión de la feria y se conseguiría vender no pocos abonos y entradas como regalo navideño o de Reyes.

Por otra parte queda patente que el público -que es quien llena las plazas- sólo acude al reclamo de nombres sonoros, de las grandes figuras, como siempre ha sucedido. La gente sabe lo que le interesa y lo que le apetece, y se rasca el bolsillo para ver a las estrellas de turno y le llaman la atención. La moda de los toreros emergentes -que está muy bien para plazas de temporada o para completar carteles- se ha mostrado ineficaz y sin tirón alguno, sólo interesante para los empresarios que a su vez son apoderados de dichos diestros, bien en forma de comisión o de moneda de cambio para entrar en otras ferias y plazas, sin que sirva de justificación el alegar falta de afición en tal o cuál plaza, en esta o aquella ciudad ¿Así que no hay afición? Si han estado por Valencia estos días, o han seguido la actualidad de por aquí, podrán comprobar si hay o no afición.