VIENTO DE LEVANTE

¿Esto se hunde?

jueves, 30 de junio de 2022 · 07:44

Pese a que se ha vuelto a la normalidad, parece, tras los años malditos de la pandemia, han surgido nuevos diestros que aportan frescura y esperanza y está yendo mucha gente a las plazas, si se rasca un poco y echamos un vistazo a la trastienda, la cosa pinta mal…

Ahí tenemos el fantasma de la prohibición en Méjico, el segundo país del mundo en tradición y número de festejos y que pasa por un momento bastante delicado, con un presidente que saca los pies del tiesto, partidos que con tal de arañar votos venden su alma a quien sea y un juez obnubilado, que, de momento, tienen cerrada la Monumental, la plaza más grande del planeta, y sin que por ahora se sepa a ciencia cierta cuándo volverá a abrir sus puertas y celebrar otra vez festejos. Y en Puebla también andan lidiando con la cruzada antitaurina...

Tampoco están las cosas para tirar cohetes -que no sean para pedir socorro- en Colombia, donde la Cámara de Representantes ha dado luz verde al proyecto de ley que busca prohibir los toros en el país y acabar con la celebración de las corridas de toros no solo en la Santamaría de Bogotá, sino también en las ferias de Cali, Manizales y Medellín, así como en más de un centenar de municipios que entre sus fiestas patronales tienen corridas de toros en su programa de actos. Que Gustavo Petro, que en su etapa como alcalde de Bogotá ya prohibió los toros en su ciudad, haya sido elegido presidente de aquel país no es precisamente una buena noticia.

Hay que recordar que en Colombia existen 67 plazas de toros fijas donde se celebran espectáculos taurinos y que esta medida también afectaría otras prácticas como  las becerradas y las tradicionales corralejas tan del gusto de los aficionados colombianos.

Y en Ecuador, la Corte Constitucional no votó por el regreso de las corridas de toros a Quito. La iniciativa, que fue planteada por un colectivo taurino, en 2020, y pidió que se retome esta actividad, no logró la acogida de la jueza ponente del tema, quien terminó retirando la demanda y dejó a los miles y miles de aficionados locales con un palmo de narices. Y hace unos días prohibieron la celebración de una corrida en Carora, Venezuela, otro país que tiene a la fiesta taurina en el punto de mira. Menudo panorama...

Los medios de comunicación siguen sin dar apoyo decidido a la cosa taurina y las redes sociales cada vez son más reacias a dar cobertura al tema y libertad a sus usuarios para subir, colgar y comentar asuntos de toros. La censura de imágenes en Facebook es ya habitual y en Twitter han cerrado la cuenta de Inma Vílchez por subir una canción que recuerda a Fandiño en el quinto aniversario de su trágica muerte... Y casos así los hay a patadas.

A todo esto nuestra clase taurina sigue buscando sólo hacer caja inmediata, sin mirar más allá de sus narices ni contemplar otro horizonte que su ombligo, conscientes de que, en buena parte, nuestros políticos en cuanto les haga falta darán otro hachazo y habrá que ir pensando en otra cosa.

Y, por si faltaba algo, el otro día, va y tiran la columnata que sostenía al Torico en Teruel, símbolo de la presencia del toro en nuestra cultura y tradiciones desde que el hombre apareció sobre la faz de la Tierra y que sufrió graves desperfectos ¿Será una señal? ¿Un mal augurio? ¿Una premonición? Esperemos que no y tómese el desaguisado como anécdota y ejemplo de nuestra, también, secular manera de hacer las cosas: de cualquier manera y chapuceramente.

Pero, eso sí, a quien corresponda, hay que urgir que no se puede estar mano sobre mano y que hay muchas grietas que tapar. Si se va dejando todo en manos de la Providencia, está demostrando que lo normal es que todo se vaya al garete. No sé si esto se hunde o todo es culpa de una tormenta pasajera, pero, por favor, que alguien tome el mando y enderece el rumbo, que la cosa ya empieza a asustar.