VIENTO DE LEVANTE

Algemesí está de vuelta

jueves, 22 de septiembre de 2022 · 07:25

Cuando la campaña enfila a tablas, una feria ilumina ese tramo final de la temporada. Una feria de novilladas que simboliza la ilusión por el futuro y el asegurar que al acabar este ejercicio, el siguiente ya comienza a gestarse.

Después de tres años sin toros, Algemesí recupera una de sus señas

de identidad: la Feria de las Novilladas. Ha costado más de lo que se esperaba en un primer momento, pero, finalmente, la fiesta está de vuelta.

La semana de bous vuelve a tener el gran protagonismo de esta última semana de septiembre y la fiesta taurina hace que todo gire en torno suyo no sólo en la ciudad de Algemesí, que una vez más se paraliza y vive sólo para y por su ciclo de novilladas, arropado por los encierros matinales y los festejos nocturnos.

Se demuestra así la enorme fuerza, el descomunal potencial de la tauromaquia, aunque más que demostrar -esta Feria tiene una antiguedad centenaria y de siempre ha sido el eje vertebrador de estas fechas en esta localidad valenciana- habría que especificar que se ratifica, no en vano la relación del hombre con el toro se remonta al momento en que ambos coinciden sobre la faz de la tierra y de entonces acá , y en todos los estadios de la evolución de la civilización el toro ha estado presente.

 ¿Que el pueblo quiere toros?, pregunta ahora la alcaldesa, y como es afirmativa la respuesta, la primera edil algemesinense, en lo que es una lección práctica de democracia real, contesta que el pueblo tendrá toros. Y vaya si los tiene. Nueve días seguidos.

Y eso que ahora, con los efectos de la pandemia, ha habido mas dificultades para conseguir un presupuesto que se ajuste a las necesidades del montaje del serial, pero los responsables del evento, la Comisión taurina y el propio Ayuntamiento, han tirado para adelante y han sacado un programa en el que vuelven a estar anunciados los principales nombres del escalafón para medirse a novillos de varias de las más acreditadas ganaderías de nuestra cabaña brava.

Algemesí vuelve a la normalidad y su feria sigue siendo ejemplo y modelo.

Después de lo que ha parecido una eternidad, la localidad valenciana recupera su semana taurina, recobra su tradición. Y lo hace con unas combinaciones de auténtico lujo que anuncian ganaderías de postín y novilleros del máximo interés.

Además de varios de los nombres más sobresalientes del escalafón novilleril, el serial incluye a los valencianos Miguelito, El Niño de las Monjas y los debutantes con picadores Javier Camps y el torero local Nek Romero, que tanta expectación está generando.

En el apartado negativo cabe recordar que, por primera vez en la historia moderna de la ciudad y de su feria, el Consejo Escolar Municipal ha decretado que los días de feria sean lectivos. Aunque en esas fechas los niños sólo van al colegio por las mañanas, la decisión condicionará la asistencia de público, ya que el abono incluye los nueve espectáculos nocturnos que también se celebran en la plaza, y resulta evidente que ni los estudiantes ni los padres que deben llevar a sus hijos a clase podrán compaginar tales horarios. No se podía esperar unos días, no... había que buscar molestar y, sobre todo, atacar a esta manifestación ancestral del pueblo.

El presidente de la Comisión, Alberto Fernández, declaró que el dictamen del Consejo Escolar “atenta contra la libertad de los niños y contra la tradición local”, al tiempo que se mostraba satisfecho por el atractivo de las combinaciones del ciclo “del regreso”.

Pero estos ataques, yo creo que un tanto a la desesperada, con más rabia que cabeza, no tienen más alcance que ese alivio pasajero para sus autores. Algemesí vivirá y disfrutará de sus fiestas, de su semana taurina y de todo lo que lleva aparejado y alrededor. Y lo hará como siempre lo ha hecho, a tope. No va a influir una decisión partidista y sectaria de unos “políticos” acomplejados y sin talla que no dudan de atacar a su propia identidad al fin y al cabo. Algemesí y su Feria de las Novilladas está por encima, muy por encima de todo eso. No olvidemos que estamos hablando de la fiesta de un pueblo.