La capital del toreo

Con el inicio de la feria de San Isidro Madrid pasa a ser no sólo la capital de España, sino del mundo, del taurino, por supuesto, convirtiéndose en el punto de mira y foco de atención de los aficionados de todo el orbe. Lo que suceda a partir de ahora en el ruedo de Las Ventas tendrá, o no, una trascendencia puede que definitiva para sus protagonistas.

Cuando, el 15 de mayo de 1947, Gallito, Andaluz y Antonio Bienvenida hicieron el paseíllo para enfrentarse a toros de Rogelio Miguel del Corral, pocos podían imaginar que arrancaba una feria que, 76 años más tarde, se habría convertido en la más grande, en todos los sentidos, manifestación taurina de la historia.

Ya algo se dejó notar en aquel primer ciclo, de tan sólo cinco funciones y sin que se cortase ni una sola oreja, cuando se llenó a diario la entonces flamante Monumental madrileña. Aquel serial ideado y puesto en marcha por Livinio Stuyck, pese a las reticencias iniciales y a la poca simpatía que despertó entre los taurinos -Camará, apoderado de Manolete, no dejó anunciar a su torero en el cartel inicial al considerar que era un proyecto descabellado- fue un éxito económico desde el primer momento y no sólo sirvió para recobrar el abono madrileño, desaparecido 15 años antes, sino que fue creciendo poco a poco, aumentando año tras año en prestigio y consideración hasta llegar a ser el eje sobre el cual pivota la temporada no sólo española.

De aquellos cinco espectáculos -cuatro corridas de toros y una novillada- se ha pasado a tener mas de un mes de toros a diario, siendo difícil encontrar un día en el que la plaza no registre una magnífica entrada y sean muchos los que se acabe el papel.

Lo que en principio fue una apuesta por recobrar el tirón de la fiesta en la sociedad madrileña se ha confirmado como una idea visionaria que ha hecho de este evento un acontecimiento social de inexcusable asistencia no ya para los que gustan de la fiesta taurina: para todos aquellos que pretenden ser, lo que compensa el que la antaño extraordinaria programación de la temporada venteña bajase de manera notable al centrarse el esfuerzo empresarial en fraguar unos carteles de la máxima categoría para este mes y circunstancia.

18 corridas de toros, tres novilladas y dos festejos de rejones componen la oferta de San Isidro de este 2023 y que se celebrará hasta el 4 de junio.  Plaza 1, la empresa actualmente al frente de la Monumental madrileña, fuera de abono, y una vez finalizado este, ha programado las corridas In Memoriam, que se dará el domingo 11 junio para rendir en esta primera edición homenaje a la figura de José Cubero “Yiyo”, y la corrida de la Beneficencia, anunciada para el domingo 18 junio, con un cartel abierto a los triunfadores.

También al contrario que otros años, en los que ante la asistencia asegurada se abarataba notablemente la composición del programa, se ha dado preponderancia a las figuras y toreros con mayor tirón, como debe ser en un certamen que se quiere de primera magnitud y teniendo en cuenta que la plaza sigue abierta durante el resto de la temporada.

Hasta en tres ocasiones actuarán Morante de la Puebla, Roca Rey, El Juli, Alejandro Talavante y Emilio de Justo.  Dos tardes tendrán Daniel Luque, Ginés Marín, Tomás Rufo, o Francisco de Manuel, así como Diego Ventura en un capítulo rejoneador en el que no faltan los Hermoso de Mendoza, padre e hijo.

En el apartado novilleril, San Isidro reúne a destacados del pasado curso en esta plaza, un nutrido elenco de futuribles que ya han dejado claro que quieren y pueden ser.

El ganando, una vez más, será la clave para lo que con tanto esmero se ha montado no se desvanezca sin recuerdo. 23 son las ganaderías, de 8 encastes diferentes, que aportan la materia prima precisa para que el campeonato mundial del toreo no acabe siendo una pachanga veraniega. Sólo queda que Dios quiera.