“La madurez y la confianza que tengo ahora te la dan los años”

El Cid es un torero maduro y en sazón, que siempre ha gozado del respeto y la admiración de los aficionados más exigentes, en virtud de la entrega y la vergüenza torera que ha derrochado a lo largo de toda su carrera. Dentro de veinte días, Manuel Jesús Cid Sala tiene una importante cita en la Maestranza de Sevilla, en plena semana de farolillos frente al encierro de La Quinta. Analizamos junto al diestro de Salteras las expectativas de la temporada 2024, un año en el que su nombre no figura entre los elegidos para hacer el paseíllo en la próxima Feria de San Isidro.

Gracias Maestro. Un placer verle y disfrutar en el campo, que es dónde uno se prepara para lo que va a venir de forma inminente.

"Gracias a ti Emilio, por compartir un rato de preparación con nosotros. La verdad que estoy muy contento e ilusionado, con la vista puesta ya en Sevilla".

Se dice que cuándo un torero está plenamente maduro, está en sazón, y así es en su caso. Hemos podido comprobar cómo le ha podido a una vaca exigente (Ganadería de Cuadri), ante la que ha estado con un poso tremendo.

"Ahora mismo estoy con mucha confianza en mí mismo y eso se nota, sobre todo porque te sirven bastantes más animales. Ese tipo de cuestiones, así como profundizar más en tu toreo, te lo dan los años. Hay que intentar poderles a los animales y ante todo disfrutar con ellos".

Esta Feria de Abril no está anunciado con los “Victorinos” sino con los “grises” de La Quinta. ¿Cómo se viven las semanas previas a esta corrida?

"Con mucha ilusión. Es regresar a mi ciudad, a mi plaza, dónde he abierto cuatro veces la Puerta del Príncipe. Sin ir más lejos, el año pasado en mi reaparición tras cuatro años sin vestirme de luces creo que estuve a un nivel muy bueno con los astados de Victorino Martín. Demostré que no venía a echar la tarde sino que venía a triunfar, di una vuelta al ruedo y le corté la oreja al segundo de mi lote".

"Tengo mucha confianza en la corrida de La Quinta, que es muy bonita, una pintura, muy sevillana. Dios quiera que uno se desplace diez o doce veces".

Esas sensaciones tan bonitas que se vivieron en Sevilla, con un público que nuevamente se entregó al Maestro El Cid, se mantuvieron durante toda la temporada 2023.

"La verdad que me he encontrado muy bien. Puede ser que estos años en los que he estado apartado de los ruedos, siguiendo la Fiesta como aficionado desde el tendido, hayan contribuido a cuajarme más, a que el entrenamiento mental sea mayor. Yo me encuentro con frescura de ideas y muy fuerte mentalmente, además de también a nivel físico".

Hay una espinita que tenemos clavada los aficionados y los que nos dedicamos a la información taurina. Usted es considerado “torero de Madrid”, algo que no puede decir cualquiera, pero sin embargo este año no está acartelado en Las Ventas. Eso nos ha dolido bastante.

"Al primero que ha dolido ha sido a mí, pero bueno la empresa no ha creído oportuno que fuera a Madrid y no pasa nada tampoco. Las plazas están ahí y El Cid está aquí, cuánto más tiempo tarden más preparado voy a estar".

"Aunque se pasa un mal rato cada vez que haces el paseíllo en Las Ventas, a todos los toreros nos gusta vernos anunciados en esas plazas importantes, porque te dan muchísimo, pero bueno no ha podido ser y todavía queda mucha temporada venteña".

"Yo cuándo reaparecí sabía que El Cid tenía un nombre, que no soy cómo un chaval que empieza y tiene que abrirse camino, pero sí que era consciente que costaría mucho trabajo torear porque las ferias están muy cerradas y las empresas optan por la juventud. Pienso que es cómo un volver a empezar y por eso tengo más ilusión aún".

Maestro cuándo uno llega al punto en el que usted se encuentra se torea para sí mismo y para los aficionados, no se tiene tanta necesidad de cortar las orejas sino de disfrutar con los animales.

"Por eso uno disfruta ahora mucho más y cuaja también más toros porque la presión de tener que triunfar a diario no la tienes. Solamente se puede entrar en las ferias y en los carteles cortando las orejas cada vez que te pongan, porque si no cuesta mucho trabajo al estar todo muy cerrado. Evidentemente cuando tú te pones el vestido de torear lo que deseas es triunfar y competir pero ahora mismo mi rol es otro, es pegarle veinte muletazos a un toro y que los aficionados disfruten conmigo".

Que usted también lo disfrute. Muchas gracias Maestro.

"Gracias, Emilio".