“Este año he dejado claro que quiero ser figura del toreo”

El 2023 ha sido el segundo año como matador de toros de Tomás Rufo. El toledano ha cuajado una temporada importante, de crecimiento y evolución en su concepto del toreo, quedando patente que quiere y tiene condiciones para ocupar un puesto de privilegio en el escalafón. Analizamos junto al diestro de Pepino su particular campaña, abordándose también los objetivos principales para la próxima.

¿La temporada 2023 de Tomás Rufo ha sido, sobre todo, de reafirmación, de consolidación en ese puesto de privilegio en el que se situó el año anterior?

"Creo que ha sido un año muy importante para mí, dónde se ha visto una evolución, que temporada tras temporada se va apreciando más. En plazas como Madrid o Sevilla, con la Puerta del Príncipe, se ha comprobado eso. En general, ha habido tardes de mucho peso, en las que he dejado claro que quiero ser figura del toreo y que puedo estar camino de ello".

¿Has notado, fundamentalmente, en las plazas importantes, que la exigencia era mayor que en la campaña 2022, que los que antes te aplaudían este año te pedían que fueras un paso o dos más adelante?

"Sí, pero eso es bueno. La gente ha visto lo que puedo llegar a conseguir, de ahí que la exigencia haya subido. Yo estoy feliz con esa exigencia porque me motiva a prepararme intensamente para la temporada 2024, en la que lógicamente tendré que dar la cara".

En la primera corrida de la temporada, en Valencia, ya dejaste muy buenas sensaciones, firmando una actuación sobresaliente, en la que de no haber sido por el fallo con la espada en el sexto, habrías salido a hombros.

"Pues sí. Una tarde muy importante la de Valencia, creo que caí de pie en esa plaza, ratificando el triunfo de Fallas en la Feria de Julio. Estoy deseando de volver".

Al día siguiente, volvías a Castellón, dónde comenzaste el periplo de éxitos en 2022. En esta ocasión, cortaste tres orejas a los toros de Juan Pedro Domecq y reeditaste la puerta grande lograda en la Feria de la Magdalena de la temporada anterior.

"En 2022, en mi debut como matador de toros, triunfé con fuerza y desde ese día hay un vínculo especial con Castellón, que espero dure muchos años. Ojalá esta temporada pueda regresar a esa plaza y repetir salida a hombros. En cada campaña es fundamental arrancar bien, puntuando en las primeras ferias".

Abril empezó para ti el Domingo de Ramos, paseando cuatro orejas en Arenas de San Pedro, convirtiéndote en el triunfador de la corrida.

"Sí, como he dicho antes, los inicios de temporada son importantísimos para marcar la pauta de las intenciones que tienes en el nuevo año, sobre todo que la gente vea a un torero con ganas de torear y de triunfar".

En Sevilla tenías un doble compromiso en la semana de farolillos, anunciándote con las corridas de Garcigrande y Jandilla. Al final, abriste la soñada Puerta del Príncipe el segundo de los días, segunda feria consecutiva en la que lo consigues. Aunque sea una plaza de enorme responsabilidad, ¿Tú te sientes especialmente a gusto en la Maestranza?

"La Maestranza de Sevilla es una plaza dónde todos los toreros soñamos estar y, más importante aún, soñamos cuajar un toro. He tenido la suerte de redondear tardes importantes y abrir la Puerta del Príncipe dos años seguidos. Ahí se ha visto la tremenda preparación llevada a cabo para en tan corto espacio de tiempo conseguir esas cosas. También tengo que decir que he sido afortunado al anunciarme con las figuras y con ganaderías extraordinarias, como Victoriano del Río y Jandilla, porque todo tiene más repercusión".

La primera tarde de Madrid con los ejemplares de Garcigrande obtuviste una oreja del primero de tu lote, un animal con clase, con calidad, pero al que considero que le faltó bravura, motor, más todavía en una plaza como Las Ventas con lo que desgasta. A ese toro lo cuajaste al natural, toreando por momentos muy despacio.

"Madrid es una plaza muy exigente tanto para el toro como para el torero. A ese toro lo pude torear muy bien con la mano izquierda, con la que me encuentro muy a gusto, muy suelto. Le pegué diez u once naturales buenos, una estocada arriba y le corté la oreja".

Sí que tuvo esa transmisión, esa movilidad, ese recorrido el toro de Alcurrucén que sorteaste en primer lugar en tu segunda comparecencia de la Feria de San Isidro. ¿Qué le faltó a esa faena para que terminara de romper?

"Supongo que le faltarían muchas cosas cuándo aquello no rompió. Fue un animal con transmisión, con movilidad, con el que yo intenté construir una faena pero la cosa no iba bien y no pudo ser lo que deseaba. En el sexto de la tarde ya se vio algo diferente, se trató de una labor con otra estructura. Hay tardes como ésta que te sirven para continuar aprendiendo y creciendo".

Entre las dos corridas que toreaste en Talavera de la Reina, en mayo y en septiembre, cortaste un total de siete orejas y un rabo. Imagino que cada tarde que haces el paseíllo en “La Caprichosa” para ti es especial, porque prácticamente toreas en casa.

"Es mi plaza. Desde que soy matador de toros siempre he tenido mi hueco y creo que hemos tenido un crecimiento paralelo, en mi caso como torero y Talavera en cuanto a afición. He podido lograr triunfos importantes, como el del pasado mes de septiembre con un toro de Santiago Domecq del que paseé el rabo. La recta final de esta temporada, con actuaciones tan sobresalientes como ésta, ha sido fundamental para mí".

En las ferias de comienzo del verano, pasaste con nota el examen en Granada, Toledo y Alicante, abriendo la puerta grande tanto en la ciudad andaluza como en la levantina.

"Pienso que soy un torero querido y respetado en esos sitios. Son unas ferias buenísimas, con aficionados a los que les gusta ver torear, dónde mi concepto ha encajado muy bien.  Ojalá pueda estar todos los años en esas plazas".

Este año has debutado en Pamplona, dejando tu sello de torero clásico, que quiere hacer las cosas bien, con temple. ¿Cómo viviste aquélla tarde y qué sensaciones tuviste en el ruedo con ese ambiente y esa pasión que siempre hay en los tendidos de esa plaza?

"Raras porque aunque veas los toros de pamplona por la televisión no eres plenamente consciente del ambiente hasta que no estás allí. Para mí ha sido una de las tardes más bonitas del año, acompañada también de mucho miedo y mucha responsabilidad. Afortunadamente corté una oreja, deseando estar acartelado otra vez en los Sanfermines en 2024".

Algo que se ha repetido en varias ocasiones esta temporada ha sido la negativa por parte de ciertos presidentes a concederte orejas, como sucedió por ejemplo en Dax, dónde diste una vuelta al ruedo, y en San Sebastián, dónde paseaste un apéndice pero te pidieron hasta tres.

"Pues sí. Seguramente los presidentes tendrán sus motivos y argumentos para no darte las orejas. Está claro que los trofeos son muy importantes y necesito cortarlos, pero son tardes que me han servido mucho, las faenas ahí han quedado. Han sido días especiales, como el de San Sebastián, mano a mano con El Juli en su despedida, en los que no me importaban tanto las orejas como ofrecer una gran dimensión".

Dos buenas corridas de Victoriano del Río se lidiaron en Valladolid y en Nimes, dejando una imagen magnífica en ambas plazas y saliendo por la puerta grande.

"Sí, sobre todo Nimes, que ha sido uno de los compromisos de más relieve y peso de mi temporada. Se trató también de una tarde muy bonita, por el adiós de El Juli a Nimes coincidiendo con sus 25 años de alternativa. Siendo sincero creo que es uno de los mejores toros que he podido cuajar este año".

Una tarde con mucha carga emotiva fue la de la Feria de Otoño, del 30 de septiembre, por la despedida del Maestro Juli de Las Ventas. En lo que a ti respecta, cosechaste un nuevo triunfo en Madrid, ya que paseaste una oreja del sexto de la función, que a mi juicio fue un buen toro, con clase, pero que duró poco, se apagó pronto el astado de Puerto de San Lorenzo.

"Fue una corrida que a mí me gustó bastante, tuvo cosas muy buenas. Estoy contento con mi actuación, nunca satisfecho. Corté un trofeo pero ese día quería, sobre todo, estar a la altura del acontecimiento más que pasear las orejas".

La temporada 2023 terminó en alto para Tomás Rufo, en otra plaza de primera categoría, Zaragoza, dónde te llevaste el único apéndice del encierro de Alcurrucén.

"La última corrida de toros de este año. El sexto de Alcurrucén tenía calidad, estuve a gusto con él y le pegué una buena estocada. El sabor de boca que me quedó tras este triunfo en Zaragoza no pudo ser mejor".

¿El objetivo primordial para el año que viene es seguir ese crecimiento y esa evolución que se ha apreciado en esta temporada?

"Así es. Continuar creciendo y evolucionando para estar un pasito más cerca de convertirme en figura del toreo. Como es lógico también estar anunciado en las ferias al lado de las figuras y proseguir con el compromiso adquirido de dar la cara cada día, como hasta ahora la hemos dado".