Paco Ureña se aleja del victimismo y recurre a lo natural. A torear. Es, por encima de todo, un torero. Pero su encanto está en la valiente decisión de volver a ser lo que parecía no podría ser Paco Ureña, por encima de todo, torero
Lo real es que, por pesadas razones, la Santamaria debe apostar hoy buscando lo bueno en lo breve… Dos carteles de figuras y uno torista. Todos incuestionables. Densidad, jerarquía torera y ganadera. Más kilates, menos bulto Bogotá en tres actos
En cuestiones de marketing y publicidad el negocio del toro sigue anclado en el pasado El milagro del futuro
Pero, además, algo pasa. Una, o varias, manos negras se mueven entre bambalinas y siguen haciendo invisible la fiesta nacional, sí, nacional, la fiesta de todos, la gran conquista social de los españoles. ¿Por qué no se nos toma en serio?
Así, resulta contradictorio el deseo de Morante de torear en la Maestranza el Domingo de Resurrección, dos tardes más en el ciclo continuado y una cuarta por San Miguel y no dejar que sus actuaciones sean televisadas Morante, con televisión y sin televisión